top of page

Presentación del libro ‘La parte del sonambulismo’ de Nicolás Hochman

  • Foto del escritor: apsftigre
    apsftigre
  • hace 38 minutos
  • 4 Min. de lectura
ree

Por Pablo Rosas


El viernes 3 de octubre tuvo lugar, en el recientemente inaugurado Palacio Belgrano

Otamendi de la ciudad de San Fernando, la presentación del libro ‘La parte del

sonambulismo’ de Nicolás Hochman. Un evento que la Asociación de Psicoanálisis San

Fernando-Tigre pudo coordinar con la Municipalidad de San Fernando. Con Félix

Chiaramonte comentamos y exploramos junto al autor diversas perspectivas literarias y

psicoanalíticas, destacando la naturaleza y el proceso creativo detrás de del texto.

Félix realizó primeramente una presentación de la carrera y obra de Nicolás, destacando

su último escrito, ‘La parte del sonambulismo’, como parte de una “estrategia”

narrativa.

Por mi parte describí el libro como "particular"; y con un plan que no busca una ilación

obvia. Utilizé el término "cohesión paradojal" para caracterizar su estructura, donde

distintos fragmentos se suceden sin una lógica lineal evidente. Para comprender la obra,

propuse una lectura a través de dos textos clave: ‘El nacimiento de la tragedia’, de

Nietzsche, y ‘Animales’, de Santiago Craig. Del primero rescaté la dualidad apolínea (la

forma, el "conócete a ti mismo") y dionisiaca (la desmesura). Sostuve que el

sonambulismo en la novela inicialmente perturba, pero luego se convierte en la

identidad del personaje. Respecto del segundo, donde los animales no son protagonistas

sino significantes arbitrarios que hacen "decir" a los personajes, se podría entender el

sonambulismo como un "punto arbitrario" desde donde las cuestiones del personaje se

deslizan. Por eso identifico la cuestión del sonambulismo con sus "adiciones" (los

padres, los hijos, la pareja, el sexo), siendo la más importante la memoria. La figura de "Carlos Crippa" actúa como pivote de esta adicción a la memoria, revelando una

vacilación identitaria del personaje.

A continuación, Félix Chiaramonte retomó la palabra para brindar algunas reflexiones del

sonambulismo en relación al psicoanálisis. Se refirió a un texto de Zizek sobre los "cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" y la idea lacaniana de que el sueño

es una historia construida para evadir "lo real" (lo atroz, la muerte del hijo en el ejemplo

de Lacan). Sugirió la pregunta de cuánto de " automático" hay en el sonambulismo del

libro, cómo un malestar inicial se convierte en un modo de vida. Luego Chiaramonte conectó el proceso de investigación del narrador (estadísticas médicas, analistas) con el

descubrimiento de "algo propio" que, sin embargo, parece venir de "afuera" (algo

éxtimo en términos psicoanalíticos). A su vez, recordó una cita de Gombrowicz -a

través de Germán García- que plantea la parodia del estilo y del éxito. Félix se

interrogaba si la obra de Hochman no es una parodia de la vida y si el sonambulismo

no es más extenso de lo que creemos. Desde allí, subrayó la relación de Freud con la

literatura (usándola para verificar hipótesis) y la de Lacan (como elemento didáctico

para el psicoanálisis). Ambos viendo al poeta como alguien que interroga sobre el

deseo. La literatura articula el deseo más allá del concepto. Por último, Chiaramonte propuso que el libro plantea una tensión entre el sonambulismo como algo automático (que se encuentra, no se decide) y su dimensión de acto psíquico, donde puede haber

crímenes o actos de amor. Propone tomar el arte para otra cosa, es decir, para el

psicoanálisis, e iluminar esa "zona de tinieblas" que es el sonambulismo. No como

comportamiento automático, sino como una lectura artística que produce asombro.

Luego de nuestra intervención, Nicolás Hochman explicó el origen del libro y ciertas

particularidades de su proceso creativo. Enmarcó este escrito explicitando su

sonambulismo desde la infancia y comentando distintas anécdotas relatadas por sus

padres. En 2003, empezó a escribir un diario personal donde, además de los eventos

cotidianos, registraba sus episodios de sonambulismo. Luego, decidió extraer esos

fragmentos y crear un diario de sonambulismo que derivó en la oportunidad de

publicarlo como novela. Hochman sostiene, a partir de ello, que la esencia de la literatura

reside en que "alguien cuenta algo para que le llegue a otro". No importa la forma

(novela, ensayo, paper), sino la intencionalidad de transmitir, inspirándose en la

tradición oral. Cita a Julian Barnes (‘El loro de Flaubert’) para ilustrar que la literatura

es como "pescar con red", y la red no es más que "un conjunto de agujeros unidos con

un hilo". Al pescar, se pierde mucho más de lo que se retiene, lo que refleja la dificultad

de aferrarse a la experiencia del sonambulismo, que ya es de por sí delirante.

Nicolás esgrimía a continuación que los científicos no tienen la respuesta definitiva

sobre el sonambulismo ("Nadie sabe nada", según Golombek). Destaca la tensión entre

el automatismo (lo que los científicos intentan medir) y la alucinación (la experiencia

subjetiva y desbordante). Un aspecto que considera crucial es la alucinación

hipnopómpica (alucinación que ocurre entre el sueño y la vigilia). Aquí el sonámbulo se

encuentre "entre dos universos irreconciliables, el de la vigilia y el del sueño". Este

es un concepto central de Gombrowicz, que describe ese estado intermedio que

vuelve loco al que lo experimenta. Por esto, leyó un pasaje de su novela donde

describe el despertar en un micro en movimiento, la confusión, la angustia por perder el

destino, y la eventual transformación de la desesperación en una extraña tranquilidad.

Este fragmento pretende ilustrar la naturaleza de la alucinación y la confusión del

sonámbulo.

Por otro lado, estableció un paralelismo entre la representación del sonámbulo y la del

zombie: ambos caminan en un estado de automatismo, sin aparente conciencia. Esto

lleva a la pregunta sobre la responsabilidad de los actos del sonámbulo, ya que parecería

que no tienen control, lo que a veces los lleva a ser declarados inimputables.

Precisamente, Nicolás destaca que el sonámbulo no sabe lo que hace, y el libro intenta recobrar un saber poética y literariamente. Se preguntaba si la literatura es un intento

de saber, de decir algo y también de evitar decir otras cosas.

Nicolás termina contestando algunas preguntas acerca del sonambulismo como temática

de la literatura, profundizando en algunas dificultades para la estructuración del libro y

distintas motivaciones que encuentra para llevar a cabo el proceso de escritura.

Comentarios


bottom of page