Presentación del libro ‘La parte del sonambulismo’ de Nicolás Hochman
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Por Pablo Rosas
El viernes 3 de octubre tuvo lugar, en el recientemente inaugurado Palacio Belgrano
Otamendi de la ciudad de San Fernando, la presentación del libro ‘La parte del
sonambulismo’ de Nicolás Hochman. Un evento que la Asociación de Psicoanálisis San
Fernando-Tigre pudo coordinar con la Municipalidad de San Fernando. Con Félix
Chiaramonte comentamos y exploramos junto al autor diversas perspectivas literarias y
psicoanalíticas, destacando la naturaleza y el proceso creativo detrás de del texto.
Félix realizó primeramente una presentación de la carrera y obra de Nicolás, destacando
su último escrito, ‘La parte del sonambulismo’, como parte de una “estrategia”
narrativa.
Por mi parte describí el libro como "particular"; y con un plan que no busca una ilación
obvia. Utilizé el término "cohesión paradojal" para caracterizar su estructura, donde
distintos fragmentos se suceden sin una lógica lineal evidente. Para comprender la obra,
propuse una lectura a través de dos textos clave: ‘El nacimiento de la tragedia’, de
Nietzsche, y ‘Animales’, de Santiago Craig. Del primero rescaté la dualidad apolínea (la
forma, el "conócete a ti mismo") y dionisiaca (la desmesura). Sostuve que el
sonambulismo en la novela inicialmente perturba, pero luego se convierte en la
identidad del personaje. Respecto del segundo, donde los animales no son protagonistas
sino significantes arbitrarios que hacen "decir" a los personajes, se podría entender el
sonambulismo como un "punto arbitrario" desde donde las cuestiones del personaje se
deslizan. Por eso identifico la cuestión del sonambulismo con sus "adiciones" (los
padres, los hijos, la pareja, el sexo), siendo la más importante la memoria. La figura de "Carlos Crippa" actúa como pivote de esta adicción a la memoria, revelando una
vacilación identitaria del personaje.
A continuación, Félix Chiaramonte retomó la palabra para brindar algunas reflexiones del
sonambulismo en relación al psicoanálisis. Se refirió a un texto de Zizek sobre los "cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" y la idea lacaniana de que el sueño
es una historia construida para evadir "lo real" (lo atroz, la muerte del hijo en el ejemplo
de Lacan). Sugirió la pregunta de cuánto de " automático" hay en el sonambulismo del
libro, cómo un malestar inicial se convierte en un modo de vida. Luego Chiaramonte conectó el proceso de investigación del narrador (estadísticas médicas, analistas) con el
descubrimiento de "algo propio" que, sin embargo, parece venir de "afuera" (algo
éxtimo en términos psicoanalíticos). A su vez, recordó una cita de Gombrowicz -a
través de Germán García- que plantea la parodia del estilo y del éxito. Félix se
interrogaba si la obra de Hochman no es una parodia de la vida y si el sonambulismo
no es más extenso de lo que creemos. Desde allí, subrayó la relación de Freud con la
literatura (usándola para verificar hipótesis) y la de Lacan (como elemento didáctico
para el psicoanálisis). Ambos viendo al poeta como alguien que interroga sobre el
deseo. La literatura articula el deseo más allá del concepto. Por último, Chiaramonte propuso que el libro plantea una tensión entre el sonambulismo como algo automático (que se encuentra, no se decide) y su dimensión de acto psíquico, donde puede haber
crímenes o actos de amor. Propone tomar el arte para otra cosa, es decir, para el
psicoanálisis, e iluminar esa "zona de tinieblas" que es el sonambulismo. No como
comportamiento automático, sino como una lectura artística que produce asombro.
Luego de nuestra intervención, Nicolás Hochman explicó el origen del libro y ciertas
particularidades de su proceso creativo. Enmarcó este escrito explicitando su
sonambulismo desde la infancia y comentando distintas anécdotas relatadas por sus
padres. En 2003, empezó a escribir un diario personal donde, además de los eventos
cotidianos, registraba sus episodios de sonambulismo. Luego, decidió extraer esos
fragmentos y crear un diario de sonambulismo que derivó en la oportunidad de
publicarlo como novela. Hochman sostiene, a partir de ello, que la esencia de la literatura
reside en que "alguien cuenta algo para que le llegue a otro". No importa la forma
(novela, ensayo, paper), sino la intencionalidad de transmitir, inspirándose en la
tradición oral. Cita a Julian Barnes (‘El loro de Flaubert’) para ilustrar que la literatura
es como "pescar con red", y la red no es más que "un conjunto de agujeros unidos con
un hilo". Al pescar, se pierde mucho más de lo que se retiene, lo que refleja la dificultad
de aferrarse a la experiencia del sonambulismo, que ya es de por sí delirante.
Nicolás esgrimía a continuación que los científicos no tienen la respuesta definitiva
sobre el sonambulismo ("Nadie sabe nada", según Golombek). Destaca la tensión entre
el automatismo (lo que los científicos intentan medir) y la alucinación (la experiencia
subjetiva y desbordante). Un aspecto que considera crucial es la alucinación
hipnopómpica (alucinación que ocurre entre el sueño y la vigilia). Aquí el sonámbulo se
encuentre "entre dos universos irreconciliables, el de la vigilia y el del sueño". Este
es un concepto central de Gombrowicz, que describe ese estado intermedio que
vuelve loco al que lo experimenta. Por esto, leyó un pasaje de su novela donde
describe el despertar en un micro en movimiento, la confusión, la angustia por perder el
destino, y la eventual transformación de la desesperación en una extraña tranquilidad.
Este fragmento pretende ilustrar la naturaleza de la alucinación y la confusión del
sonámbulo.
Por otro lado, estableció un paralelismo entre la representación del sonámbulo y la del
zombie: ambos caminan en un estado de automatismo, sin aparente conciencia. Esto
lleva a la pregunta sobre la responsabilidad de los actos del sonámbulo, ya que parecería
que no tienen control, lo que a veces los lleva a ser declarados inimputables.
Precisamente, Nicolás destaca que el sonámbulo no sabe lo que hace, y el libro intenta recobrar un saber poética y literariamente. Se preguntaba si la literatura es un intento
de saber, de decir algo y también de evitar decir otras cosas.
Nicolás termina contestando algunas preguntas acerca del sonambulismo como temática
de la literatura, profundizando en algunas dificultades para la estructuración del libro y
distintas motivaciones que encuentra para llevar a cabo el proceso de escritura.






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