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13º clase V_edited_edited.jpg

Coordinadora: Virginia Gilardi

 

Integrantes: Paola Coriza, Myriam Leguizamón, Camila Musura, Ornella Paciello, Pablo Rosas.

2do sábado de cada mes, de 11:30 a 13hs.

Presencial: Montes de Oca 442 - Tigre.

“Destino este libro a Oscar Masotta porque supo propiciar el retorno del psicoanálisis a nuestra lengua el pasaje de algunos al psicoanálisis”*

*Germán García, 2005, La entrada del psicoanálisis en la Argentina, Editorial Catálogos.

"Volvamos a un lenguaje que no puede hacer sistema con la filosofía (..) Masotta marca el corte con la filosofía y además anticipa lo que Lacan llamara “lalengua” como diferencia con La Lengua de los lingüistas, y la estructura de la antropología. En efecto, escribe Masotta en el mismo artículo**: “Pero que el inconsciente esté estructurado como un lenguaje no significa que no existan diferencias entre la estructura de una lengua (el “sistema” de los estructuralistas) y la estructura del inconsciente”.​

**Oscar Masotta, 1976, Ensayos lacanianos, Editorial Eterna Cadencia, pág. 41.

“Para Lacan, el hombre está “tomado” por el lenguaje, y el sujeto antes de ser el lugar centrífugo desde donde emerge el lenguaje, es decir, antes de ser “sujeto”, está en cambio “sujetado” por la palabra (…) Y la enseñanza de Lacan pone de manifiesto esta verdad común a la experiencia lingüística y a la experiencia psicoanalítica: que es imposible obtener un mensaje a partir de un sujeto cualquiera si no existe previamente una “cadena del significante” y una regimentación previa de los empleos. Es en la existencia de este mecanismo complejo que hace que un discurso diga siempre más u otra cosa que lo que quiere decir, donde se revela el dislocamiento general del sujeto.”

*Masotta, O. (1964), "Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía". En Ensayos lacanianos (1976), Editorial Eterna Cadencia, págs. 52 - 53.

“Lacan llama la atención sobre las propiedades del lenguaje humano y cuando emplea la palabra “mensaje” se refiere al grupo de relaciones que definen el campo de aplicación de su doctrina. En su núcleo esas relaciones no se refieren  a las que unirían  enunciados con objetos empíricos. En Lacan, como en Freud, el “examen de la realidad” es correlativo de un desdoblamiento, de una duplicación del campo de las representaciones. Arrastra por lo mismo una transmutación del objeto en “objeto profundamente perdido”. Será preciso entonces que nos acostumbremos a algunas ideas básicas. Ante todo, un discurso no es el de un objeto, sino que en todo discurso habla un mensaje sobre otro u otros mensajes. La pregunta entonces que introduce a una práctica psicoanalítica auténtica no  puede ser más que esta: ¿quién habla y a quién? Se reconoce en ella el viejo planteo lacaniano, la fórmula bien conocida: “El inconsciente es el discurso del Otro”. Y también algunas de sus transformaciones válidas: pero si como se dice –dice Lacan- “el estilo es el hombre”, no basta con agregar: a quién uno se dirige (E, p.9). ¿Cómo echar luz sobre estas fórmulas aparentemente obtusas?"

Oscar Masotta, Introducción a la lectura de Jacques Lacan, pág31

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